Mitsubishi Electric es la tercera marca del mundo en número de patentes

Mitsubishi Electric es la primera empresa japonesa en número de patentes y la tercera del mundo en cuanto a solicitudes de patentes internacionales presentadas en 2020, según ha anunciado recientemente la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), con sede en Suiza.

Esta clasificación refleja el posicionamiento estratégico de la firma japonesa en materia de Propiedad Intelectual, siendo un recurso empresarial crucial, incluyendo el I+D para apoyar su crecimiento sostenible.

De este modo, la firma nipona ha presentado cada año solicitudes de patentes internacionales a medida que su negocio se ha globalizado más, ocupando el primer puesto entre las empresas japonesas durante seis años consecutivos. 

“Inteligencia Artificial” (IA) y el “Internet de las Cosas” (IoT

La firma japonesa que, además,  ha estado entre las cinco primeras empresas a nivel internacional durante siete años consecutivos, ha sido particularmente activa en la presentación de solicitudes de patentes relacionadas con soluciones de “Inteligencia Artificial” (IA) y el “Internet de las Cosas” (IoT) en los últimos años.

Entre sus iniciativas de desarrollo de la Propiedad Intelectual, se encuentran que la Propiedad Intelectual esté orientada a las estrategias de negocio e I+D en todo el grupo. Esto supone, a su vez, que las iniciativas de Propiedad Intelectual y las normas técnicas estén estrechamente ligadas con las estrategias de negocio y de I+D y que la división de Propiedad intelectual esté bajo el control directo del presidente en la oficina central, coordinando las actividades de las divisiones de Propiedad Intelectual en las fábricas, en los centros de I+D y en las empresas afiliadas de todo el mundo.

Por otro lado, otro bloque de iniciativas son las actividades globales de Propiedad Intelectual y estrategias de normas internacionales. 

Desde aquí, se propone que las iniciativas cruciales relacionadas con la Propiedad Intelectual apoyen los principales negocios y los proyectos más importantes de I+D; que las patentes en países emergentes prometedores se presenten con celeridad y de forma proactiva; que se asignen funcionarios residentes para gestionar las actividades de Propiedad Intelectual en Estados Unidos, Europa, China y el sudeste asiático. 

Y, finalmente,  que las patentes se adquieran para normas internacionales (llamadas “patentes esenciales”) y para los campos en los que la competencia de la firma se está intensificando, ayudando a reforzar la competitividad de los productos y la cuota de mercado.