Se ha certificado por primera vez en España bajo el estándar Passivhaus una residencia de ancianos que es, además, una de las 15 primeras certificadas de Europa. El edificio, que se encuentra ubicado en Camarzana de Tera (Zamora), cuenta con una superficie total construida de 791,77 m2 en una sola planta con capacidad para 16 personas.
La residencia, que ya cuenta con la certificación Passivhaus classic y que se encuentra operativa desde este verano, cumple con todos los requisitos que establece este estándar de construcción, que es uno de los más completos, reconocidos y exigentes del mundo en edificación de consumo casi nulo:
El presidente de la plataforma de edificación Passivhaus, Bruno Gutiérrez Cuevas, resalta que “estamos muy orgullosos de que el estándar Passivhaus continúe extendiéndose en España y llegando desde este momento a las residencias de ancianos, tipología de edificios que acogen una población especialmente vulnerable y en los que una alta calidad del ambiente interior es de vital importancia. Esperamos que, a partir de ahora y con este proyecto como ejemplo, se sumen muchos más agentes del sector a la construcción de edificios de consumo casi nulo bajo una de las certificaciones de eficiencia energética más exigentes del mundo, de manera que contribuyan a proteger el medio ambiente y la salud de las personas”.
Gracias a las 76 placas fotovoltaicas que han sido instaladas, se ha conseguido producir la energía eléctrica de la residencia para que así tenga un 100% de autoconsumo y la energía sobrante abastece a un edificio contiguo de la misma propiedad. Además, la residencia dispone de sistemas aerotérmicos para la climatización mediante suelo radiante/refrescante, así como recuperadores de calor para minimizar el gasto en calefacción y refrigeración.
El edificio se prefabricó en Barcelona y posteriormente fue trasladado a Zamora para su montaje, que duró una semana, para así seguir con el objetivo de la huella ecológica haciendo que el impacto fuera mínimo. Otra técnica utilizada ha sido la creación de un invernadero en el comedor para atemperar el aire existente en invierno y permitir la ventilación cruzada en el módulo salón comedor en verano.
Los arquitectos han instalado en el edificio un sistema de ventilación mecánico con recuperador de calor que permite una ventilación controlada del edificio; un gran aislamiento térmico en fachadas, cubiertas y solera. Y una cubierta ajardinada, además de un sistema de climatización mediante suelo radiante/refrescante en todo el edificio procedente de fuentes renovables que se basan en extraer energía gratuita del aire exterior mediante una bomba de calor y que es utilizado también para la producción de ACS con el apoyo de cinco paneles solares térmicos.
Según comenta el arquitecto de Cso Arquitectura y responsable del diseño del de proyecto, Javier de Antón Freile, “se pretendió diseñar y construir un edificio totalmente ecológico y que, a su vez, su diseño respondiera tanto a parámetros de sostenibilidad como a la adaptabilidad con el entorno. La residencia de Camarzana de Tera es una muestra más de que obtener el certificado Passivhaus compensa con creces gracias al ahorro económico en el futuro y los beneficios para los usuarios que disponen del edificio”.
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