España establece como ECCN aquel que presenta una demanda teórica para calefacción entre 15 y 70 kilovatios hora por metro cuadrado y año [kWh/m2.año]. “Esto es algo paradójico cuando hay estándares de construcción sólidos, maduros y eficazmente probados en numerosos países del mundo, entre ellos España, que garantizan una demanda inferior a 15 kWh/m2.año, lo que se traduce en un consumo energético notablemente inferior, en torno a un 85% de reducción sobre el actual DB-HE1”, afirma la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP).
Uno de los objetivos de la plataforma es lograr que se modifique la actual definición de ECCN realizada por el gobierno central y que esta se aproxime lo más posible a los estrictos límites que establece el estándar Passivhaus, uno de los más completos y exigentes del mundo en edificación energéticamente eficiente.
Para Adelina Uriarte, presidenta de la PEP, “es importante afinar las herramientas de medición y promover aquellas construcciones que sean realmente más acordes con los parámetros de consumo casi nulo. Y aquí es fundamental el protagonismo de la administración pública en un amplio abanico de papeles; entre ellos, los de usuario, técnico y legislador. Además, su rol de divulgación y transmisión de conocimiento en materia de construcción y rehabilitación hacia el consumo casi nulo es fundamental”.
Edificaciones garantizadas
El estándar Passivhaus certifica únicamente edificaciones que logran garantizar una demanda energética para calefacción y refrigeración menor o igual a 15 kWh por m2 al año y una demanda de energía primaria menor o igual a 120 kWh por m2 y año, así como la práctica ausencia de infiltraciones de aire en el interior de la vivienda o edificio (menor o igual a 0,6 renovaciones/hora a 50 pascales de presión comprobada mediante ensayo Blowerdoor).
La capacidad de los edificios pasivos para la reducción de emisiones a la atmósfera es muy alta. Y mucho más eficientes y oportunos en cuanto a consumos máximos de energía por metro cuadrado y año (15 kWh) que los entre 15 y 70 kWh por metro cuadrado y año que supone como ‘adecuados’ actualmente el CTE para un Edificio de Consumo Casi Nulo.
La reducción de consumo de un edificio certificado Passivhaus frente a lo que marca el CTE se acerca al 85%. Este dato podría ser cercano al 92,5% en caso de rehabilitación del parque edificatorio existente en España, donde podemos partir de valores iniciales de consumo entre 150 y 200 kWh por metro cuadrado al año.
Para Uriarte, “queda mucho por hacer, en muchos niveles; además, es fundamental incluir en la legislación un área que exija que los requisitos sobre consumo casi nulo deben ser medibles y constatables para que el usuario sepa lo que está comprando y tenga conocimiento de las prestaciones de un determinado edificio. Si construimos edificios con prestaciones Passivhaus, estaríamos reduciendo de forma importante el consumo de energía. Ello, posteriormente, es contaminación ahorrada”.
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